Las esquinas me enseñaron poesía

Si nos preguntamos qué poetas nos enseñan en las escuelas, qué tipo de poesía nos muestran, qué normas tienen esas maneras de hacer poesía, nos vendrán a la mente “los clásicos”, los postulados tradicionales y elitistas de la poesía, cercanos a las visiones de la llamada “cultura universal”; no la que se crea en los barrios periféricos y que maneja códigos resistentes a la hegemonía del conocimiento.

Hablo hoy con Yordanis Febles Lazos, ganador del I Torneo Presencial de Slam 2023 en Cuba . Evento que tuvo su sede en Habana Espacios Creativos los días 13, 14 y 15 de abril de 2023. Yordanis, un joven creador, cuya perspectiva nos pone a pensar en las lógicas que seguimos para evaluar o validar las artes y decir quiénes son artistas.

Las temáticas sobre las que prefiere escribir están relacionadas con el antirracismo, lo decolonial, antipatriarcal y antisistema. Confiesa que no se cansará nunca de escribir sobre el amor. Dentro de los nuevos temas que ha incorporado está la etnoeducación. Un tema que siente como una deuda de la poesía cubana hacia las personas que la escuchan: un aprendizaje alejándose de las manifestaciones colonialistas del pensar/saber/sentir.

Yordanis, siempre has sido una persona con mucha creatividad e imaginación, fuiste pintor, bailarín, y ahora poeta. ¿Cómo llegas a la poesía?

En las esquinas de las calles fue donde conocí la poesía. Recuerdo el día específico cuando ocurrió eso: estábamos reunidos varios amigos y llega un señor ‒con el que actualmente mantengo una gran amistad‒ que ya conocía a varias personas del piquete, nos dice que tenía deseos de decir una poesía y no quedó más que escucharle. Mientras hablaba sentía que abducía nuestra atención y aprecié la belleza de la oratoria y el poder que yace en la palabra.

El barrio influyó mucho, de hecho, lo considero el templo, el colegio de mis inicios en el arte. Es en las calles, en mis vivencias, donde me atraviesa la poesía. Yo no la encontré, ni busqué en libros académicos o en temáticas eurocentristas de poetas. Siempre la encontré en el Hip Hop, en el rap. Las rimas que escuchaba de rapers, de hiphopers, de la música underground, esa era la poesía que me encantaba, leí muy pocos poetas clásicos. Leía al barrio, convertía lo que veía en en rima, y lo expresaba.

Rompo con patrones elitistas en los que se reproducen las temáticas que han desarrollado miles de escritores. Cuando empiezas a expresar lo que vives creas una identidad nueva, comienzas a ser tú en palabras. Lo que escribes es tu ser hecho poesía, ahí es donde está la originalidad de las cosas. En cada barrio hay una experiencia y un mundo diferente. Estoy muy agradecido por lo que me dio la calle.

La estructura de tu poesía es particular, no muestras interés por el conocimiento hegemónico en la poesía, ¿por qué?

Yo siempre he estado en contra de las hegemonías. La gente decía que había que hacer las cosas de una manera y yo las cuestionaba diciendo que de otras formas también se hacían. Cuando rompes las estructuras el arte se vuelve exquisito. Las hegemonías son las reproducciones elitistas que incluyen otros tipos de violencias, algunas que actualmente he sabido deconstruir. Yo soy mi poesía, como dice la poeta Max Fonseca, “yo soy poesía”. Soy mis letras, y esas las busco dentro de mí.

Si tuvieras que contar de manera cronológica las temáticas en las que te has interesado para crear poesía, ¿cómo lo harías?

He tenido una evolución. Agradezco a las personas que conocí e influyeron en mí, a los libros que me nutrieron. Gracias a mi amigo Alejandro (El Moro) fue que conocí de poesía. Mi amigo Yosbel también me hizo adentrarme desnudo en el mundo de la literatura y Maykel, mi primo, rapero conocido como El Guerrero, me llevó a conocer el Hip Hop. Daba pasos que me nutrían. Antes no tenía el contenido de ahora, y en las poesías mostraba parte de las violencias que recibía y reproducía, fui saliendo de ellas porque mis objetivos siempre iban encaminados a sanarme, porque caminé con muchas heridas. Gracias a esas ideas de hallarme, verme sano, iba encontrado a personas menos dañadas, así sanaba mi poesía. A su vez influía en las personas que me rodeaban, formaba parte de sus procesos sanadores.

¿Cómo llegas al Slam? ¿Qué significó para ti participar y ganar?

Antes de mencionar cómo llego al Slam quiero agradecer a las mujeres, siempre empaticé con la lucha de ellas. No tuve padre y constantemente vi a mi madre luchar y vencer con mucho sacrificio. Observaba cómo mi madre defendía el hogar, cómo me defendía.

Me entero de la competencia de Slam a través de mi novia, una persona muy especial en mi carrera. A ella le avisó Afibola Sifunola, la campeona en Slam de Cuba, que estaba abierta la convocatoria de participación al Slam Cuba 2023. Afibola y yo nos conocimos en un intercambio de poesía al que me llevó mi novia en casa. Empecé la respuesta a esta pregunta agradeciendo a las mujeres porque entre ellas, agradezco especialmente a la poeta Slam Master Luz de Cuba, quien hizo posible este I Torneo Presencial de Slam en Cuba, a Afibola y a mi novia.

La participación fue una de las experiencias más lindas de mi vida, había baile, emociones, poesía. Fue espectacular, el sacrificio de las personas que hicieron posible este torneo valió la pena. Haber ganado me dejó impresionado porque había mucha calidad, con poesías hermosas que estremecían el espacio. Lo que sentí cuando gané fue deseos de compartir el mérito, me gusta reconocer que todas/os fuimos ganadoras/es. Ese premio era compartido porque fue el apoyo lo que me dio la posibilidad de ser el ganador.

¿Qué proyecciones tienes para los próximos años?

Me considero una persona salvada por la poesía, ella me levantó y me llevó a salir de muchas precariedades que viví. La poesía me anima y transforma. Tengo pensado reproducir esa evolución. Quiero seguir rimando para que escuchen denuncias, las denuncias de las y los poetas, las denuncias que nacen en los Slam. En el futuro quiero concentrarme en mi preparación para llevar la poesía hablada a más esquinas, a donde está la gente bebiendo, a la viejita con bastón, al zapatero, al señor con su radio, al barbero, donde esté quien llore, al abusador, al descarado… a esos lugares donde enseñaron que el arte no debe entrar o a donde queda estancado. Ahí llevaré el Slam. Hay personas con talento que no saben del Slam, pero la poesía sí les puede llegar. Si yo fui salvado por la poesía, más personas podrán crecer con ella también.

¿Tienes esperanza en la poesía que sale de todos lados, crees que seguirá así?

Sí, tengo mucha esperanza en la poesía que se alimenta de valores, que no se deteriora, que busca embellecerse. Ella se fusiona, fluye, se rompe y reconstruye a la vez. Toda aquella persona que quiera ser poeta es necesario que vea el funcionamiento de lo invisible para luego, hacer visibles los cambios. Y eso tiene la poesía, ese sentido de rescate.

Puedes disfrutar una de sus poesías en el siguiente clip de audio: