¿Cuál fue el impacto de la pandemia y las medidas de distanciamiento social en la vida de las personas trans? ¿Qué efectos produjo específicamente en su salud de género? ¿Cómo se encuentra actualmente el estado de los servicios de atención médica integral para personas trans en Cuba? Este trabajo, coordinado por Subalternas, busca responder estas cuestiones mediante testimonios, bibliografía científica y los resultados de una encuesta. Nuestro propósito final es que sirva como referencia y canal para promover activamente cambios en situaciones opresivas e injusticias médicas.
La investigación recopila las angustias y preocupaciones de un grupo de personas trans en relación con su afirmación de género, así como los obstáculos para acceder a los servicios médicos coordinados por la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales (CNAIPT) del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), institución adscrita al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y única oficialmente autorizada para brindar dichos servicios en la isla.
Los resultados ponen de relieve que los obstáculos ya existentes para acceder a ellos, se vieron profundizados en contexto de pandemia limitando el derecho a la salud integral de las personas trans. El 50% de las encuestadas para este trabajo valoran como “Desastrosa” la decisión de paralizar estos servicios de salud durante la pandemia, por considerarla violatoria de sus derechos.
IMPACTO DE LA PANDEMIA COVID-19 EN EL ACCESO A LA SALUD DE PERSONAS TRANS EN CUBA
Alejandra lleva más de diez meses intentando conseguir una cita
en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Desea ver a
un profesional que autorice su transición médica y le acompañe
durante el proceso. Tiempo atrás, en un momento de gran angustia
y desespero, acudió a una consulta de psicología de su Área de
Salud, en el municipio habanero de Playa, y tuvo una mala
experiencia que no desea repetir. “No creo que fuera un
profesional preparado en género quien me atendió. Salí de ahí
sintiéndome muy mal”, cuenta. Por eso prefiere un especialista
de la única institución del país encargada de este tipo de
procedimientos afirmativos de género.
TESTIMONIOS
¿CÓMO LLEGAMOS HASTA AQUÍ?
ANTECEDENTES Y BREVE HISTORIA MÉDICA DE LA TRANSEXUALIDAD EN CUBA
Sistematizar la historia médica de las personas trans en Cuba es una tarea difícil, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta 1972, año en que Juani Santos pidiera a las autoridades cubanas por sus necesidades de salud y ocurriera la identificación oficial de la primera persona trans en Cuba, el tema había sido tratado como una desviación, posteriormente anomalía, contrarrevolución y finalmente problema médico y psicológico a ser curado, a través de medicación y terapias. Tampoco existía una terminología no insultante o no discriminatoria que les identificase como población.
En la medida de lo posible, recurrimos al término trans en lugar de transexuales, que se utiliza en el marco legal cubano, para referirnos a cualquier persona que no se identifique con el género que le fue asignado al nacer. Este término paraguas incluye una variedad de identidades y expresiones de género sin reducir ni uniformizar la multiplicidad de experiencias, vivencias internas, formas de nombrarse y requerimientos. Entendemos que trans, transgénero, transexual, travesti, hombre trans, mujer trans, persona transmasculina, persona transfemenina, no binarie, entre otros, pueden no ser términos equivalentes o intercambiables. Reconocemos que las identidades son dinámicas, fluidas y responden a contextos históricos y geográficos.
A lo largo de este trabajo, empleamos transición para referirnos al proceso mediante el cual una persona trans hace visible o afirma su género. Sin embargo, compartimos la crítica de varios autores y personas trans que cuestionan la idea subyacente a esta terminología dominante: ir desde un punto A hacia un punto B (de hombre a mujer), como si fuera necesario seguir una lógica lineal en la exploración del género.
Partiendo de lo anterior, es necesario aclarar que utilizaremos las expresiones transición médica y transición social, como aparece en la mayoría de las fuentes consultadas y en los propios testimonios de personas trans. La primera se refiere a los procesos de transición que implican intervenciones médicas tales como terapia hormonal, cirugía u otros procedimientos menos invasivos destinados a modificar el cuerpo; mientras que la segunda se designa para aquellos procesos que involucran solo cambios en el nombre, pronombre, vestimenta y expresión del género sin ningún tipo de intervención médica.
Asimismo, no pudimos eludir el empleo de una serie de vocablos del lenguaje medicalizante que históricamente ha acompañado los relatos sobre las personas trans, tales como terapia y tratamiento para hablar sobre la administración voluntaria de hormonas.
Sirva este trabajo también para dar cuenta de una serie de expresiones de origen patológico y de una insuficiencia en los marcos teóricos y en las narrativas en torno a “lo trans”, así como para denunciar la injusticia testimonial y hermenéutica que experimenta este colectivo.